3 días en Las Arribes del Duero con un niño
Las Arribes del Duero, o los llamados ‘Fiordos españoles’, es un Parque Natural que es inmenso, y sus posibilidades también. Además, si viajas con un bebé o un niño pequeño a espacios naturales la cosa se complica y da miedo por ver cómo se adaptará al entorno y a las rutas de senderismo. Con esta guía completa de Las Arribes del Duero con un bebé o niño te damos las claves para que visites uno de los Parques Naturales más bonitos del mundo en familia.
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Datos prácticos de Las Arribes del Duero
Antes que nada queremos darte unos datos clave de los Arribes del Duero para que te situen:
- Es un Parque Natural con más de 120 km de largo. Por lo que verlo todo en una visita es imposible.
- Es el único Parque Natural del mundo que se extiende por dos países y por dos provincias del mismo país. Es la frontera con Portugal y pasa por las provincias de Zamora y Salamanca.
- ¿Los arribes o Las arribes? Pues depende de donde estés. Si estás en la provincia de Zamora son ‘Los Arribes’ y si estás en Salamanca ‘Las Arribes’.
- Literalmente Las Arribes significa zona escarpada, es decir, los precipicios que se forman a ambos lados del río Duero donde se cultivan diversos tipos de productos, desde viñas, olivos, hortalizas, etc.
- Fue zona de contrabando entre España y Portugal hace años.
- Cuenta con la central hidroeléctrica más importante de España y una de las más importantes de Europa. Se encuentra en Aldeadávila y un tercio de la energía generada en España procede de está central, también conocida como ‘el salto’.
- El nivel de pantano no disminuye nunca. Aunque haya sequías, éstas no afectan al nivel del río, debajo del agua hay dos turbinas gigantes que devuelve el agua cauce arriba, de esta forma reparten el agua por todo el recorrido.
¿Cuándo ir a Las Arribes del Duero con un niño o bebé?
Primavera y otoño: Son las mejores épocas para visitar las Arribes del Duero, ya que están en todo su esplendor. En primavera con el deshielo del invierno las cascadas y pozos están hasta arriba de agua. Además, al ser una zona muy húmeda, los bosques y caminos siempre están verdes. Y en otoño con el cambio de hoja de árboles los colores explotan, además las temperaturas no son todavía demasiado bajas, por lo que hace que disfrutes de las rutas elegidas.
Invierno y verano: El clima de las Arribes es un pelín extremo, por lo que en invierno hace demasiado frío y los días son muy cortos, aunque como ventaja es que no hay apenas gente en el parque y en el verano, a pesar de ser días muy largo, el calor aprieta bastante, por lo que deberás hidratarte y protegerte bien del sol.
¿Qué llevar a Las Arribes del Duero con un niño o bebé?
Todo dependerá de la época del año en que visites el parque, pero más allá de adecuar tu ropa, te recomendamos que lleves en tu equipaje lo siguiente para que tú y tu/s hijo/s disfruten también de los ‘Fiordos españoles’:
- Calzado apropiado, las rutas que aconsejamos hacer con niños no son muy empinadas ni escarpadas, pero sí se necesita un zapato de senderismo. Podrías hacer las rutas con deportivas, pero ten cuidado si el suelo húmedo, con piedras o arenilla, podrías resbalar.
- Mochila de porteo, no son rutas muy largas pero si tu hijo o hija tiene menos de 4 o 5 años puede que se canse muy rápido y quiera volverse. Si es un bebé, puedes hacerlo con mochila de porteo de bebés, hasta los 11kg aprox. Si tu hijo o hija quiere ir viendo lo precioso que son Las Arribes, puedes hacerte con una mochila de senderismo. Nosotros fuimos con la mochila Deuter Kid Comfort, y aunque es muy aparatosa, tanto nuestra hija como nosotros estuvimos muy cómodos.
- Lleva otra mochila siempre con agua y comida. Dentro de los pueblos hay tiendas para comprar para hacer bocadillos, pero no esperes supermercados para comprar comida de bebés o alimentos especiales. Si es tu caso, llévalo desde casa. Nosotros llevábamos la comida de nuestra hija en el termo de Miniland, sin BPAs y mantuvo siempre la comida caliente.
- También puedes llevar snacks, frutos secos o fruta que podrás adquirir en los pueblos.
- Lleva crema solar y gorra, si la previsión es de sol, allí aprieta mucho. Nosotros siempre recomendamos, y usamos, la crema de protección total de Freshly. Se extiende rápido, no deja manchas y huele muy bien.

¿Dónde comer en Las Arribes del Duero?
El Zebadero
Uno de los mejores restaurantes de la zona. Se recomienda reservar con mucha antelación en las épocas con más ocupación (Semana Santa, Puentes y fines de semana).
El Paraíso en Aldeadávila de la Ribera
Un restaurante más familiar con menú cerrado de abundantes raciones. La comida está bien y ofrecen platos de la zona. Cuenta con dos salones grandes y el bar y disponen de tronas para bebés. Reservar por si acaso.
Bar- Terraza La Luna
Como opción nocturna podéis pedir la cena para llevar. Esta terraza cuenta con opciones de bocadillos, perritos y hamburguesas que podéis pedir para comérselo en el hotel si vuestro peque ya duerme.
Ruta de tres días en Las Arribes del Duero con un bebé o niño
Hay bastantes cosas que hacer y ver en Los Arribes del Duero con un bebé o un niño, y te costará decidirte y adaptarlo al ritmo de los peques. Aquí te vamos a dar una ruta indicando qué ver en Las Arribes del Duero de Salamanca adaptado para ir con niños. Es decir, más relajado, con todas las paradas que necesites y siguiendo el ritmo que te marque el niño.
Podrás adecuar tu visita en función de los días que tengas, pero mínimo dedícale tres días a recorrer la zona de Salamanca de las Arribes del Duero. ¡Último consejo! No te asustes si ves distancias entre los diferentes puntos, no se hace pesado, y fíate de los caminos marcados, aunque veas que son de tierra y estrechos, si está ahí es porque se puede pasar.

Día 1: Pozo de los Humos y Crucero
– Pozo de los humos (2.5km, ida y vuelta)
Es un imprescindible en tu ruta por Las Arribes del Duero, aún si vas con un bebé o un niño. Esta ruta te lleva a una cascada de más de 50 metros de altura, con una pasarela y un mirador precioso para admirar la caída del agua. Si está con caudal es un espectáculo.
Tras haber pasado una carretera muy estrecha y empinada, dejarás el coche justo donde comienza la ruta; junto a unas mesas para hacer picnic. Si te asusta la vuelta, no te preocupes, volverás por otro camino mucho más cómodo.
Volviendo a la ruta, son 2,5 km ida y vuelta. Se hace corta y amena, nada pesada yendo con niños o bebés. Nosotros lo hicimos porteando a la pequeña y no nos supuso mucho esfuerzo. Una vez llegas al pozo puedes relajarte escuchando el agua caer. Dependiendo de lo que estés en el pozo, esta ruta puede llevarte una hora aproximadamente.

– Crucero por el Duero
Es lo más importante qué hacer en Las Arribes con niños. En ella aprendes del entorno, su pasado, presente y futuro y a cuidarlo. A los niños les encanta ya que es bastante divertido y no se hace nada pesado. El viaje dura una hora aproximadamente y te explican tanto la fauna y flora de Las Arribes.
El barco está cubierto y parte de la Playa del Rostro. Puedes dejar el coche en los diferentes parkings que hay antes de llegar a ella. Se recomienda reservar con antelación, ya que en temporada alta se llena el barco. Puedes reservar dos cruceros: el de Aldeadávila aquí o el de Miranda del Duero aquí. Ambos cuestan lo mismo, 18€ y dura una hora aproximadamente.
Día 2: Cascada de Pinero, Picón de Felipe y Mirador del Fraile
– Cascada de Pinero (0.5km ida y vuelta)
Es una de las cascadas dobles que hay dentro de Las Arribes. Dejas el coche en un solar antes de unos olivos y, aunque la ruta no está muy visible, te encontrarás a gente yendo y viniendo por ella. El camino es estrecho, si puedes portear es mejor aunque sea muy corto el camino.
El sendero es serpenteante y un poco resbaladizo, de ahí que te aconseje el portear, ireis todos más seguros y disfrutaréis más del entorno.
Al llegar a la cascada verás una cuerda que te ayudará a pasar sobre las grandes piedras y llegar a tocar el agua por detrás de la cascada. Esta cascada gusta tanto a niños y mayores, no siempre puedes entrar en una cascada.
– Picón de Felipe y Mirador del Fraile (4.5km, ida y vuelta)
Ni te fíes de las distancias que pone Google Maps, los dos miradores están muy cerca y comparten parking. Nosotros hicimos primero el Picón de Felipe y después el Mirador del Fraile, al atardecer.
Una vez dejas el coche en el aparcamiento es fácil seguir la ruta porteando al niño o bebé. Es un sendero sencillo y agradable hasta que llegas a una zona rocosa. Aquí ya se complica la cosa yendo con niños pequeños. Aunque parezca que has llegado falta el último tramo. Nosotros decidimos quedarnos uno con la niña mientras el otro veía el Mirador del Fraile. Si no quieres avanzar, desde aquí tendrás también unas vistas preciosas del río Duero.
Si avanzas, llegarás a unas pasarelas de metal, ese es el mirador del Fraile. Varias leyendas hay sobre este picón, todas relacionadas con el imposible amor de una portuguesa y Felipe. Una historia entretenida para contar a los más pequeños.
Una vez terminado este paseo, que puede durar una hora aproximadamente, volverás al coche. Puedes moverlo al parking de arriba para estar más cerca. Aquí comienza la ruta del Mirador del Fraile. Son unos 800 metros de bajada por una carretera cortada que se pueden hacer con carrito de bebé o niño. Al llegar abajo encontrarás el nuevo mirador de Las Arribes. Una pasarela suspendida por encima del Duero 13 metros y a una altura de 300 metros sobre el río.
Impresiona asomarse y estar ‘en el aire’ sobre el río, además, puedes asomarte por la abertura de cristal que hay al final. Desde aquí se tiene unas buenas vistas sobre la presa de Aldeadávila. Una vez quieras volver, solo tendrás que subir por la misma carretera. Esta ruta te llevará 30-40 minutos como mucho.

Día 3: Pozo Airón, Mirador de Rupurupay y Mirador de Rupitín
– Pozo Airón (5.5km ida y vuelta)
Este día comenzamos fuerte. Primero vamos a ver la otra cascada de dos caras de Las Arribes del Duero. Con esta cascada los niños fliparán. Puedes dejar el coche en el parking del Pozo Airón, a las afueras de Pereña de la Ribera. Sabrás que has llegado porque pasarás una cuesta muy pronunciada y verás un pequeño descampado para dejar el coche.
Esta ruta la aconsejamos porteando, el sendero al principio es estrecho pero después se agranda, pero el camino es largo. Disfrutad de las vistas y poco a poco iréis escuchando el agua a vuestro lado izquierdo hasta que lleguéis a una zona rocosa donde se verá el agua, esas aguas son la parte alta del Pozo Airón.
Ahora comenzaréis la bajada para verlo desde abajo. Un camino serpenteante y estrecho que os llevará a los pies de la cascada. Todo un espectáculo poder entrar por el lado izquierdo de la cascada y ver cómo cae el agua delante de ti. Tened cuidado con las rocas, pueden resbalar de la humedad.
Si os animais, al subir el camino para volver, veréis indicaciones del Mirador del Duero, una ruta de unos 250 metros más para ir al borde del río y verlo desde allí. Además, ofrece unas vistas del Pozo preciosas.

– Mirador de Rupurupay y Mirador de Rupitín
Otros dos miradores imprescindibles en tu visita a las Arribes del Duero con niños o bebés. Ambos miradores ofrecen unas vistas del Duero que no te cansas de ver. Nosotros aprovechábamos para ir a los miradores por la tarde y verlos con el sol cayendo por la costa portuguesa.
Para ir a ambos miradores deberás ir en coche y te parecerá imposible que pasen dos coches por esas carreteras, pero pasan. El Mirador de Rupurupay se encuentra a 20 metros del solar donde aparcas el coche, no tiene complejidad llegar hasta él pero sí que merece la pena y ver la profundidad del paso del río.
Después volverás al coche para ir al Mirador de Rupitín. Según avanzas al mirador la carretera se hace más y más estrecha. Nosotros decidimos parar el coche a un kilómetro y medio del mirador por verlo cada vez más complicado llegar. Pero aun así pudimos ver unas vistas sobre el río y la presa preciosas con el sol cayendo sobre ellas. Solo por esto, merece la pena adentrarse hasta allí.

Y hasta aquí nuestra ruta de tres días con niños y bebés por Las Arribes del Duero en Salamanca, no pudimos elegir mejor para ser nuestro primer contacto con la naturaleza y un niño, todo salió de 10. Repetiremos y tú, ¿te atreves a descubrir esta zona?