Imprescindibles de Croacia
Croacia tiene infinidad de atractivos, es difícil concentrar en un solo viaje todo lo que este país te puede ofrecer. Tierra de grandes ciudades, puertos pesqueros, mil islas, bosques muy bien cuidados y cascadas de hadas… En nuestro viaje pudimos ver algunos de los imprescindibles de Croacia.
Te recomendamos hacer un roadtrip por este país que tiene tanto que ofrecerte, te aviso que en una semana no te dará tiempo a descubrir los mil y un encantos que Croacia tiene. Te enganchará para que vuelvas a visitarla. Descubre de momento lo que no puedes perderte en el país de las mil islas.
Si eres amante del ambiente Mediterráneo (aunque estemos en el Adriático), naturaleza, buena gastronomía y ciudades históricas, Croacia es uno de tus destinos must de Europa. Descubre algunos de sus encantos.
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Lagos de Plitvice

Uno de los grandes atractivos de Croacia. Te somos sinceros, éramos reticentes a ir a este famoso parque por la aglomeración de gente y su precio 35€ por persona; pero una vez allí, es verdad, es uno de los imprescindibles de Croacia.
Este parque nacional, patrimonio de la UNESCO, es el más grande del país. Y lo tienen muy bien conservado. Sus lagos de agua turquesa son el mayor atractivo, pero sus cascadas en perfecta sintonía con la naturaleza bien merecen el precio de la entrada.

Te recomendamos comprar la entrada por internet para ahorrarte las grandes colas y aparcar en el parking nº2 directamente. Intenta ir a primera hora, antes que los autobuses de turistas.
Una vez dentro, usa los autobuses y barcos para ir de lado a lado de los lagos y descubrir todo el parque. La visita a este parque puede durar todo un día completo, ya que es muy grande. Hay algunos restaurantes, pero te aconsejamos que te llevas un bocata y disfrutes a los pies de un lago o bajo las cascadas.
Pasear por las murallas de Dubrovnik

La perla del Adriático, y no es para menos, Dubrovnik no puede faltar en tu viaje a Croacia. Pasear por las murallas te dará una visión general de la ciudad, podrás ver el azul intenso de sus aguas a un lado y calles marmoleadas al otro.
Al igual que el Parque de los Lagos de Plitvice, nos parecieron caras las entradas, pero igualmente, merece mucho la pena recorrer sus 2 kilómetros. Entre ellos, verás varias terrazas tanto en la parte más alta como escondidas entre puertas secretas de las murallas.
Su polígono irregular lleva intacto desde el s.XIV, tanto, que ha soportado asedios, la Guerra de los Balcanes y hasta terremotos.

Si eres fan de Juego de Tronos, desde lo alto de las murallas podrás ver tres enclaves que salen en la serie. Son: la Fortaleza Lovrijenac, La Iglesia de San Sebastián y la Torre de Minceta.
Sobre los tejados anaranjados de Dubrovnik, todos reconstruidos, podrás ver los estragos de los diferentes bombardeos que tuvo la ciudad en la Guerra de los Balcanes.
Split

La segunda ciudad más famosa de Croacia. Y es que estar paralela al mar Adriático y su cascos histórico hacen de ella una ciudad especial, sobre todo de noche. El centro ocupado íntegramente por el Palacio Diocleciano alberga más de 200 edificios, parte en ruinas, parte bien conservados. Todos ellos realizados en mármol de la isla de Brac.
Te recomiendo que pasees por el centro al atardecer hasta bien entrada la tarde, que te pierdas entre sus callejones y aparezcas en plazas vacías o desemboques en el peristilo, la plaza más ornamentada del Palacio. Además, ahí encontrarás el Mausoleo de Diocleciano, lo que hoy es la Catedral de Split. Verás como el palacio se va transformando de calles blancas y con mucha luz a pasadizos donde podía ocurrir de todo.

Si tienes tiempo descubre las playas de las afueras de Split, están menos abarrotadas que las que hay dentro de la ciudad. Y si te alojas allí, hazlo también fuera del casco histórico, no es demasiado grande y podrás ir andando a cualquier lugar.
Descubrir la isla de Mljet

En nuestro viaje a Croacia, tuvimos que decantarnos por la isla de Mljet y fue todo un acierto. Es una isla poco conocida de cara al turismo extranjero, pero debemos recomendarla al 100%. Toda la isla está cubierta por bosques y una buena parte, la norte, es Parque Nacional.
Las playas del sur de la isla (Saplunara y Blace) son espectaculares, con aguas tranquilas, transparentes, azules y limpias, con arena blanca, muy poco común en Croacia, y en las que querrás pasar todo el día. En la parte norte también hay playas, pero más pequeñas, en plan calas y con piedras, nada incómodas.

Una de las maravillas que tiene Mljet es la Cueva de Ulises, una cueva en el mar a la que puedes acceder solo nadando. Aquí es donde, según Homero, Ulises llegó y se quedó cautivado por la isla durante 7 años. Para llegar a ella, tendrás que dejar el coche en un parking de un supermercado y bajar unos 20 min a pie.
Eso sí, hay que alquilar coche en la única empresa de alquiler que hay en el puerto. Solo hay un bus que recorre la isla dos veces al día. Eso sí que es tranquilidad…
Trogir y Sibenik

Estos pueblos en la costa dálmata al norte de Split son dos imprescindibles en cualquier roadtrip por Croacia. Ambos parecen haberse parado en el tiempo. Sus cascos históricos medievales, y serpenteantes, de mármol son muy apetecibles en verano y, especialmente, sus paseos marítimos de noche.
Sibenik se ha hecho famosa por haber aparecido en varias ocasiones en la serie de Juego de Tronos. Gracias a esta fama, los viajeros hemos descubierto un pueblo a la orilla de la costa Dálmata con mucho encanto. Su centro bien merece la pena una visita descubriendo calles blancas combinadas con el verde de las ventanas.
Por el contrario, Trogir es una pequeña isla conectada por puentes a la península muy cerca de Split. Su amurallado casco es Patrimonio de la UNESCO. Aquí las calles, gracias a las tejas de color marrón, cogen un tono tierra muy acogedor. Lo mejor: disfrutar de un paseo tranquilo entre la iglesia de San Lorenzo y el Castillo del Camarlengo por callejuelas con un helado bien fresquito.

Parque nacional de Krka

Al igual que Plitvice, este parque tiene cascadas y lagos de un azul turquesa imponente. Las cascadas aquí son de menos altura, pero se gana el puesto de imprescindible de Croacia porque en él sí está permitido el baño. Por este mismo motivo, es mejor que reserves la entrada por la web, así te evitarás las colas de la entrada y aprovecharás más tu visita.
Para llegar debes aparcar en Skradin y desde ahí, con la entrada ya comprada, acceder a los ferrys que te llevarán a las cascadas. A partir de ahí puedes hacer senderismo para recorrer el parque. Te llevará el día entero recorrerlo, porque entre chapuzón y chapuzón se te pasarán las horas volando.
Zagreb

Eclipsada por Dubrovnik y Split, la capital de Croacia es una ciudad sacada de un cuento. Dividida en dos, la parte baja y la parte alta, esta última es lo verdaderamente interesante de Zagreb. Sus casitas de madera de dos plantas y sus calles empedradas hacen que te enamores de ella.
Además cuenta con varios secretos, en Zagreb podrás visitar el túnel Gric. Este pasadizo se realizó para albergar a los vecinos de la ciudad alta en la II Guerra Mundial. Cuenta con más de 300 metros y 4 entradas. Si tienes suerte, podrás verlo decorado en la época de Navidad.
También en Zagreb, no puedes perderte una de las panorámicas de la ciudad, con la Catedral de Zagreb al fondo, o la Iglesia de San Marcos con su techo característico.
Otro imprescindible de Croacia, que está aquí en Zagreb, es el Cementerio Mirogoj, considerado uno de los más bonitos de Europa. Más que un cementerio, es un museo al aire libre, lleno de arquitectura, pinturas y esculturas de varias religiones. Consejo: llevaros antimosquitos si no quieres ser acribillado.
Brac

Una de las islas más famosas de Croacia. Su fama le viene por la playa nº1 del país: Zlatni Rat, una playa en forma de cuerno con cantos rodados blancos. Esta playa es visible desde el avión. No lo vamos a negar, es una playa preciosa donde divisar un atardecer precioso, pero no consideramos que sea la mejor de Croacia.
A parte de la playa, Brac es una isla que tiene el encanto de Dubrovnik pero en pequeñito. Además, es famosa por su mármol. ¿Sabías que la Casa Blanca de Washington o el Reichstag de Berlín están hechos del mármol de la isla de Brac? También el Palacio de Diocleciano de Split está hecho de este mármol tan especial, ya que es muy duradero y no pierde su blanco impoluto.
Si vas a pasar una o dos noches en Brac te aconsejo alojarte en Bol, cerca de la famosa playa Zlatni Rat, al ir coge el taxi boat que hay en el puerto y a la vuelta hazlo por el paseo marítimo de mármol rodeado de pinos y naturaleza, un plan de 10.
Zadar

Una de las pequeñas joyas imprescindibles de Croacia. Aunque sea a pasar el día debes pasear por sus callejuelas blancas entre edificio antiguos de estilo veneciano hasta que llegues a las ruinas romanas alrededor de la Iglesia de San Donato. De hecho, verás la marca de lo que tuvieron que excavar para encontrar los restos.
Muy cerca de aquí se encuentra el órgano del mar de Zadar. Unas gradas que dan al mar con un largo de 70 metros por donde se cuela el agua y hace sonar los escalones. Toda una maravilla de atardecer, de los mejores atardeceres de Croacia.

Como parte del órgano, justo al lado encontrarás la parte más visual. El “saludo al sol”, un círculo de 22 metros de diámetro de paneles solares que representan al sistema solar, que al caer la noche se convierte en un espectáculo de luces. Dicen que desde aquí es el mejor lugar para escuchar al órgano, eso sin tener en cuenta a toda la gente que hay entre ellos…
Si quieres escuchar cómo suenan las olas puedes escucharlo aquí.
Istria

La península de Istria dada su cercanía con Italia posee un patrimonio artístico muy del estilo veneciano. Si tienes tiempo para visitarla no puedes perderte el anfiteatro de Pula, uno de los mejores conservados del mundo o las playas tranquilas y de aguas esmeraldas de Rovinj.
Al estar al norte de Croacia, alejado de los cruceros, la península de Istria es muy diferente al resto del país. Descubrirás una zona verde, boscosa y salvaje, con aguas azules transparentes y con una tranquilidad pasmosa, sin aglomeraciones.